jueves, 25 de octubre de 2007

Por que no te comes una sandia mirando el tren que va a Retiro?

Como las gaviotas que protestan contra el horizonte.
Como un soldado delineando su ultima bala.
Las oportunidades cuelgan como pendientes de la oreja de los ciegos.
Las benditas chicas se levantan la falda justo para asistir al triste espectaculo de una mirada bruta en porvenir.
Y las palabras acechan a la rima en un bosque de renglones.
Todas las letras dandose la mano frunciendo la nariz para no oler los rencores.
Con un fin perverso en un delirante esquema.
Tal vez no valga la pena contarte cuantas lagrimas vale entender algunas cosas.
El que vuela sonrie como un estupido al sol de lana amarilla.
Cuando Dios se deja de hacer el bobo los angeles se preocupan y piensan
“Cuanto falta para que matar a alguien no sea un pecado tan tentador?”.
Todo el mundo deshecho en tu paladar te marea cada tanto.
Y la muerte tal vez pueda preparar una buena cena .

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